La Virgen de los Dolores
Medalla de Oro de la Ciudad de Oviedo
El Ayuntamiento de Oviedo concede la Medalla de Oro de la ciudad a la Virgen de los Dolores.
La Virgen de los Dolores, saliendo de San Isidoro el Real.
OVIEDO
4 de Abril de 2006
La Virgen de los Dolores, medalla de oro de la ciudad
El Ayuntamiento de Oviedo aprobó ayer, pasadas las tres de la tarde y sin debate, conceder la medalla de oro de la ciudad a la Virgen de los Dolores, de la iglesia de San Isidoro. Representantes de la Cofradía del Santo Entierro, el párroco de la iglesia, José Luis Alonso Tuñón, y miembros de la Hermandad de Cofradías aguantaron, a pie firme, para estar presentes en el momento en que
la Corporación municipal otorgase la máxima distinción de la ciudad a la Virgen.Foto: Muchos peregrinos del Camino de Santiago visitan la Catedral de Oviedo.
Defendió la concesión de la medalla el concejal de Relaciones Institucionales, Javier Vidal, que insistió en que es frecuente en municipios de toda España la concesión de este tipo de distinciones a imágenes que despiertan fervor popular. Tanto el concejal como el Alcalde hicieron alusión al extenso artículo publicado sobre el asunto por José Luis Felgueroso Blanco, hermano de la Cofradía del Santo Entierro, quien defendió en estas páginas la concesión de la distinción. Gabino de Lorenzo destacó, en su intervención, que la medalla «es un reconocimiento a una fe religiosa y a una tradición importantísima en nuestra ciudad». Y agradeció a los cofrades presentes el esfuerzo para recuperar la Semana Santa ovetense.
El Alcalde recordó que ya la Virgen de la Esperanza, de la Balesquida, tiene la medalla de Oviedo. Así que la Virgen Dolorosa lucirá la distinción durante la próxima procesión del Santo Entierro.
La Cruz de la victoria, también llamada de Pelayo, revestida de oro y piedras preciosas por el rey Alfonso III el magno, en el castillo de Gauzón, y trasladada después al relicario de la santa Catedral Basílica de Oviedo donde se custodia.
Escudo Oficial de Asturias, con la Cruz llamada de Pelayo o de la Victoria. y con el lema que trajo la PAZ a Europa con el emperador Constantino, el mismo que invocó el Rey Pelayo cuando triunfó en Covadonga enarbolando la Cruz.
La Cruz de Pelayo o de la Victoria en la Bandera de Asturias.
CRÓNICA HISTÓRICA
La Cofradía nace en el año 1950 al amparo de la Escuela de Artes y Oficios y Bellas Artes de Oviedo. Al profesorado y alumnos de la Escuela se agregan diversas personas de todas las clases sociales de Oviedo. Las dificultades económicas de la época, de las que no está ausente la Cofradía, hace que inicialmente los cofrades salgan en la procesión en traje de calle, con camisa negra y cordón blanco.
En 1995, refundada la Cofradía e incitivada por un grupo de personas que iniciaban el movimiento de la Semana Santa de Oviedo, en una incipiente Junta de Hermandades, un grupo de fieles de la parroquia de San Isidoro el Real asume la responsabilidad de hacer acto de presencia en la Semana Santa ovetense, inicialmente con la procesión del Santo Entierro y posteriormente incorporado la Soledad el 3 de abril de 1999.
Santo Cristo Yaciente.
En la sacristía existe un libro datado en 1662 donde consta la constitución de una Cofradía de ánimas de Nuestra Señora de la Soledad. En el año 2001 se incorpora por primera vez el paso del Calvario, sobre los hombros de costaleros, a la salida procesional del viernes Santo. Así como el Santo Cristo Yaciente llevada por costaleras de nuestra cofradía.
HÁBITO
El hábito el Viernes Santo, está compuesto por túnica y cubre-rostros negro y cíngulo blanco. El Sábado Santo, esta compuesto por túnica negra, capirote y cíngulo morado.
La importancia de San Salvador, en Oviedo, en el Camino de Santiago.
En el siglo IX, el rey Alfonso II hizo un viaje desde su corte ovetense al lugar llamado Iria Flavia (Padrón) para conocer el sepulcro recién descubierto del Apóstol Santiago y creará una iglesia para acoger aquellos restos, iniciando una corriente que con el discurrir de los siglos fue afianzándose y creando rutas con una creciente importancia, que constituirán uno de los acontecimientos religiosos más importantes de la historia de la humanidad.
La noticia de la aparición del sepulcro de Santiago se transmitió por toda Europa. Muchos pueblos europeos incluyeron entre sus destinos de peregrinaje, además de Roma y Jerusalén, a aquel "Campus Stellae" (Compostela), donde el monarca asturiano había mandado erigir una iglesia para custodiar las reliquias del santo.
Fue precisamente Alfonso II el primer peregrino a Compostela y su itinerario constituyó el primer Camino de Santiago: desde Oviedo, capital del reino, por Grado, Salas, La Espina, Tineo, Pola de Allande y Grandas de Salime. El Camino estaba creado y centro importante del mismo era la ciudad de Oviedo que, además, acogió un conjunto de reliquias, entre ellas el célebre Sudario, rescatadas y llegadas a Oviedo desde Jerusalén y que fueron custodiadas en una capilla mandada construir por el rey Alfonso II, que es hoy la Cámara Santa.
En el año 910 se traslada la corte a León, y las conquistas territoriales de los cristianos en dirección al sur de la península se tradujeron en un cambio en las rutas que seguían los peregrinos hacia Santiago eligiendo paisajes menos penosos que los de las abruptas montañas del Norte, aunque estas rutas nunca fueron abandonadas. El Camino por la meseta, hoy llamado francés, fue tomando cada día más relevancia; la llegada de los monjes benedictinos de Cluny, potenciaron aún más el desarrollo de esta ruta.
Foto: San Salvador.
Aún así, la importancia que las reliquias habían adquirido entre la cristiandad custodiadas en Oviedo que se vio acrecentada sobremanera tras la solemne apertura y inventario de su contenido realizada en el año 1075 por Alfonso VI, convirtieron Oviedo en paso "obligado" de muchos peregrinos que consideraban imprescindible venerar al Salvador antes que a su discípulo Santiago, de ahí la antigua canción francesa que dice:
«Quien va a Santiago y no al Salvador,
visita al criado y deja al Señor».A Oviedo llegaban los peregrinos desde León, donde se desviaban del Camino francés, atravesando las duras cuestas del puerto de Pajares y los concejos de Lena, Mieres y Ribera de Arriba.
Otras rutas atravesaban Asturias por el litoral, desviándose en Villaviciosa para llegar a Oviedo por Sariego y Pola de Siero. También existe el Camino que, desde Oviedo, conecta con el de la Costa en Avilés, atravesando los concejos de Llanera y Corvera. Este trayecto, quizá el menos conocido y difundido, permite a los peregrinos continuar su camino hacia Santiago por el Camino de la Costa.
A. M. D. G. et B. M. V.
Ad Maiorem Dei Gloriam et Beatae Mariae Virginis
A Mayor Gloria de Dios y de la Bienaventurada Virgen María.