Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal

Capítulo 304

 

Una vela arde sin consumirse durante un temporal.

Puesta ante el pino de la Virgen, resistió tormentas, fuerte viento y chaparrones esperando la vuelta de los peregrinos.

 

La Virgen dijo: "estaré siempre con todos mis hijos".

 

 

22 de Febrero de 1976.

Gijón. Asturias.

María Luisa Cobos contó esto que sucedió durante una de sus visitas a Garabandal.

Debido al fuerte temporal de lluvia y agua, y por el frío, se hallaba María Luisa en el Mesón Serafín calentándose en el hogar del comedor cuando llegan tres peregrinos que venían de los pinos, calados de agua hasta los huesos y ateridos de frío a causa de la fuerte ventisca.

Subieron a sus habitaciones a cambiarse de ropa y bajan al hogar del comedor a calentarse y conversar. Durante la conversación, María Luisa oye preguntar:

-- ¿se habrá apagado la vela?

Habían dejado encendida una vela pequeña, sin protección alguna, solo sostenida y rodeada por pequeñas piedras.

Se comenta:

-- Seguramente ya se habrá apagado debido a los chaparrones de agua y el fuerte viento.

María Luisa pasó buena parte de la noche en vela debido a las tormentas, el viento y los chaparrones de agua. A la mañana siguiente, María Luisa Cobos decidió acompañar a unos peregrinos que querían subir a los pinos, a pesar de la fuerte ventisca, y que no conocían bien el lugar. Les acompañó y subió con cierta dificultad por el estado del terreno, la lluvia y el viento.

 

Loli y Conchita, en el centro, rezando en los pinos
 con un grupo de peregrinos en 1965.

 

Dice María Luisa:

-- Cuando llegué a los pinos me quedé atónita. La pequeña vela ardía con una llama poderosa ante los elementos desatados y así estuvo todo el tiempo hasta que bajamos.

La Santísima Virgen quiso premiar así la gran fe con que habían subido y también la gran fe con que los peregrinos del día anterior habían subido y todos ellos, al saber esto, con esta señal, sintieron que sus peticiones habían sido escuchadas por la Santísima Virgen. Los peregrinos que vienen con fe sienten algo indescriptible en su alma; es la presencia de la Santísima Virgen.

¿Qué hilo misterioso mueve Garabandal, que después de tantas aflicciones está más vivo que nunca y su Mensaje ha llegado a todas las parte del mundo?

Esta pregunta de María Luisa nos recuerda lo que Jesús dijo a Conchita:

-- No te preocupes si te creerán o no te creerán, Yo lo haré todo.

María Luisa Cobos.
Gijón. Asturias.

 

 

A. M. D. G.  et   B. M. V.

Ad Maiorem Dei Gloriam  et  Beatae Mariae Virginis

A Mayor Gloria de Dios y de la Bienaventurada Virgen María.

 


 

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