Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal

Capítulo 323

 

Diálogos con Jesús.

Fragmento de la historia de un niño que habla con Jesús.

 

 

 

La Santísima Virgen María enseñó durante sus Apariciones en Garabandal cómo se debe recibir la Comunión: las niñas siempre recibieron la Comunión de manos del Ángel (cuando no había sacerdotes en el pueblo) de rodillas y en la lengua. Incluso, saliendo de la Iglesia, salían sin dar la espalda al Santísimo sino andando hacia atrás. Solían ir a visitar al Santísimo con frecuencia y les enseñó a hablar con Jesús después de la Comunión y a escucharle. También dijo la Virgen que la Santa Misa es el Sacrificio incruento de su Hijo en la Cruz como desde siempre nos enseñó el Catecismo y que pensásemos durante la Santa Misa en la Pasión de Jesús.

En el fragmento que sigue, este niño vive con gran amor a Jesús las enseñanzas de la Santísima Virgen en Garabandal.

 

Diálogos con Jesús.

Fragmento de la historia de un niño que habla con Jesús. El niño lleva en su mano derecha una estampa de la Virgen de Garabandal.

Todo comenzó en una pequeña Capilla con el Santísimo en un pueblo del Norte de España. El niño estaba de rodillas pegado al altar, no había nada delante del Santísimo. Como desde tiempo inmemorial el Santísimo estaba en el centro, ningún otro altar o mesa delante, con un pequeño presbiterio, una barandilla y un niño de unos siete años, no reza, sino que habla con Jesús en el Santísimo. Un pequeño Sagrario, una lámpara que ardía a su lado derecho. No le dije nada me arrodillé apenas dos metros detrás de él.

El niño escucha atentamente y habla a Jesús en voz baja. Tan entrañable mirada de amor hizo que saliese detrás de él y le pregunté:

¿Hablabas con Jesús?

Sí, está en el Sagrario y le digo mis cosas.

¿Cuales?

Mi familia es pobre, tiene problemas y le cuento a Jesús.

¿Escuchas a Jesús?

Sí, muy claro, me dice lo que tengo que hacer. Me muestra muchas cosas y como soy pequeño me dice que primero me va a educar y para eso me da a su Madre y Madre nuestra, la Virgen María de Garabandal.

¿Por qué la Virgen de Garabandal?

Porque ha venido del Cielo a decirnos lo que tenemos que hacer. Trae al Niño, el que vuelve de nuevo, el que me dice estas cosas.

¿Pero es que tu le oyes a Jesús?

Sí, me habla clarísimo y sin palabras. Me muestra cosas de su vida y lo que tengo que hacer.

¿Y tu lo ves?

Sí, lo veo todo aunque cierre los ojos.

 

¡Asombroso!, este niño, de unos siete años, no sabía que oir a Jesús clarísimo pero sin palabras es un diálogo místico muy superior a la locución y la visión sin imágenes sensibles, una contemplación mística del mas alto grado.

¿Cómo es que vienes a esta Capilla?

Aquí hay sacerdotes muy buenos pero yo necesito hablar con Jesús primero y luego le digo a mi párroco. En mi iglesia parroquial pusieron una mesa delante de mi Jesús, delante del Santísimo, y veo a los Sacerdotes pero no puedo ver a mi Jesús. Ellos se ponen alrededor de la mesa, de espaldas al Sagrario, pero yo quisiera que se pusieran alrededor de Jesús para que todo lo que hagan se lo ofrezcan al Altísimo, a la Santísima Trinidad. Siento mucho frío en esa Misa. La Palabra viva es Jesús, y está allí en el Sagrario y me enseña a comprender todo lo que oigo de las lecturas. Según lo dicen lo entiendo.

Pues dile a tu párroco que diga la Misa de cara al Santísimo.

Algunas veces lo hace en latín. Y lo que dice lo entiendo.

¿Cómo es que lo entiendes? ¿Qué quiere decir "Dominus vobiscum"?.

El Señor esté con vosotros.

Y ¿quien te lo enseñó?

Pues es que está claro porque lo entiendo.

Ad Te qui laetificas juventutem meam, ¿qué es?

Pues eso que dice, "a Ti que alegras mi juventud".

¿Arregló Jesús los problemas de tu familia?

Sí, se lo pedí y me lo concedió; unos los arregla ahora, otros dentro del mes y alguno durante el año. Pero, como me dijo "Sí", todo está resuelto.

¿Por qué no vas al Santuario de la Virgen que está cerca de tu parroquia?.

Voy alguna vez. Es que han quitado a mi Jesús y lo han puesto al lado. Es como si ya no fuese el Altísimo, está en segundo lugar y a mi madre la Virgen María la han puesto en el centro, sin Jesús. Hay un crucifijo en solitario que es muy frío porque ni tiene a su Madre ni al hijo que nos dio en la Cruz. Siempre quiero ver a Jesús, a Su Madre y a San Juan a su lado. Pero han separado al Hijo de su Madre y se lo digo a Jesús: que no sufra porque cuando sea grande se lo diré al Obispo.

¿Pero tu quieres ser Sacerdote?

Sí.

 

El Niño vive de un modo singular la Santa Misa. Me decidí volver otro día y hablar de nuevo con él. A los dos días le vi y le dije,

 

¿Pero es que no hay Sacerdotes que celebren como te dice Jesús?

Los Sacerdotes de por acá son muy celosos y santos y son heroicos. Aun de viejos celebran en varias parroquias porque son pocos y algunos están enfermos. Muchos niños no hablan con Jesús ante el Santísimo y por esto hay pocas vocaciones y varias iglesias están cerradas.

¿Cómo va a llamar Jesús a los niños si no van a verle y si no hablan con Él en el Sagrario y no le escuchan. Mi párroco me enseñó que tenía que hablar a Jesús y escucharle y así lo hago. Mi párroco habla con Jesús delante de los niños y desde entonces yo le hablo también.

¿Cómo es que recibes la Comunión de rodillas?

Mi Ángel de la Guarda, que está a mi lado, está de rodillas, adora y ama. Yo, a Dios, le recibo de rodillas. Mis manos no están consagradas. Voy a un sitio donde dan la Comunión de rodillas y en la lengua solamente. Es un Sacerdote viejo. La Virgen María enseñó durante las Apariciones de Garabandal que se debe comulgar de rodillas y en la lengua y enseñó que la Santa Misa es el Sacrificio incruento de su Hijo Jesús. El párroco nos lo enseña así en el catecismo.

¿Tu párroco cree en las Apariciones de la Santísima Virgen en Garabandal?

Sí, muchísimo. Nos dijo en la catequesis que las Iglesias se unirán y que ahora, en el final de los tiempos, viene una gran purificación para el mundo y que después todos vivirán para Dios y que así lo dijo la Virgen durante sus Apariciones en Garabandal.

 

 

A. M. D. G.  et   B. M. V.

Ad Maiorem Dei Gloriam  et  Beatae Mariae Virginis

A Mayor Gloria de Dios y de la Bienaventurada Virgen María.

 


 

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