Las Apariciones de la Virgen María en San Sebastián de Garabandal

 Capítulo 4

 

Puntos Principales de la historia de Garabandal desde 1963 a 1966

1. Locución del 20 de Julio de 1963
2. Mensaje del 18 de Junio de 1965
3. Aparición del 13 de Noviembre de 1965
4. Locución del 13 de Febrero y viaje a Roma

 

Locución del 20 de Julio de 1963

    El 20 de Julio de 1963, Conchita tuvo una locución de Nuestro Señor.    Como Conchita salió de la Iglesia diciendo que había tenido una locución interior, un sacerdote le pidió que por favor relatara las circunstancias por escrito. La niña tomó entonces un papel y un lápiz, y escribió espontáneamente con una gran facilidad, las líneas que nosotros transcribimos textualmente:

    "Estando yo dando gracias a Dios, y estando pidiendo cosas, El me contestaba.

    Yo le pedía que me diera una Cruz, que estoy viviendo sin ningún sufrimiento nada más que con el sufrimiento de no tener Cruz; y Jesús, cuando yo se lo estaba pidiendo me contestó:
—Sí, te daré la Cruz.

    Y yo con mucha emoción le iba pidiendo más y le decía: ¿Para qué viene el milagro? ¿Para convertir a mucha gente? Y El me contestó:

—Para convertir al mundo entero.

Esta frase viene a confirmar que tanto el milagro anunciado, como los cuatro Mensajes de Garabandal, tienen un carácter universal, son para toda la humanidad.

—¿Se convertirá Rusia?

—También se convertirá, y así todos amarán a Nuestros Corazones.

—¿Y vendrá después el castigo?

    Y El no me contestó.

    ¿Por qué vienes a mi pobre corazón sin merecerlo?

—Si no vengo por ti, vengo por todos.

—El milagro, va a ser como si yo sola fuera la que he visto a la Virgen?

La preocupación de Conchita ante este "Gran Milagro" es el de no quedar como la única privilegiada. No es que ella trate de rehuir la responsabilidad, sino que quiere que sus tres compañeras participen. Este deseo lo ha manifestado en varias de sus conversaciones con la Visión.].

    Y El me contestó:
—Por tus sacrificios, tus aguantes, te dejo ser la intercesora para hacer el milagro.

    Y yo le dije:
—¿No es mejor que sea con todas, y si no, no pongas, a ninguna como intercesora?

    Y El me dijo: No

—¿Iré yo al Cielo?

    Y me respondió:
—Amarás mucho y rezarás a nuestros Corazones.

—¿Cuándo me das la Cruz?

    Y El no me contestó:
—¿Qué seré yo?

Otra de las preocupaciones de Conchita, es la de su porvenir, conocer los designios de Dios sobre su vida. Desde hace tiempo, se hace la pregunta de vocación religiosa, con frecuencia ha preguntado a la aparición a este respecto, pero —según sus mismas palabras— la Virgen nunca le ha respondido afirmativamente.

    Lo mismo, en esta locución Nuestro Señor guarda silencio a la pregunta  ¿Qué seré yo?, En respuesta Conchita siempre ha recibido la confirmación del sufrimiento y de la Cruz, dondequiera que ella esté.

    Y no me contestó. Sólo me dijo que "en cualquier parte y en lo que sea tendré mucho que sufrir".

    Y yo le dije:
—¿Me voy a morir pronto?

    Y El me dijo:
—Tendrás que estar en la tierra, para ayudar al mundo.

Esto parece ser claramente el anuncio de una vocación muy "concreta"; es un llamado a vivir en medio del mundo y no en un convento.

    Y yo le dije:
—Yo soy poca cosa. No podré ayudar nada.

    Y El me dijo:
—Con tus oraciones y sufrimientos, ayudarás al mundo.

—¿Cuando se va al Cielo, se va muerto?

    Y El me dijo:
—No se muere nunca. (Yo creí que no íbamos al Cielo hasta resucitar). Le pregunté si estaba San Pedro en la puerta para recibirnos. Y me dijo que no.

    Cuando estaba en esta oración o conversación con Dios, me sentía fuera de la tierra.

    Jesús también me ha dicho que "Ahora hay más que aman a su Corazón". A mí de los sacerdotes, me ha dicho que tenía que rezar mucho por ellos, para que sean santos y cumplan bien con sus deberes y hagan a otros mejores. "Que a los que no me conocen hagan conocerme, y a los que me conocen y no me aman, que hagan que me amen".

(Firma): Conchita González

MENSAJE DEL 18 DE JUNIO DE 1965

    Con seis meses de antelación, es decir a finales de 1964, Conchita había anunciado, de parte de la Virgen, que el 18 de Junio de 1965, ella tendría una aparición del Arcángel San Miguel.

    Esta larga espera permitió a numerosos extranjeros conocer el anuncio profético y poder así darse cita en Garabandal: asistieron fraceses, belgas, alemanes y un gran número de estadounidenses. Numerosos españoles estuvieron presentes, naturalmente.

    Hacia las 23 horas y 30 minutos, Conchita, protegida por algunos jóvenes del pueblo y por un grupo de la Guardia Civil, se dirigió hacia la "Calleja". Ella atravesó entre la multitud, llegó al "cuadro", y cayó de rodillas. Este éxtasis se prolongó por veinte minutos y pudo ser filmado por la televisión italiana y por el N.O.D.O. (Noticiero Documental Español).

 

En el relato de la aparición del 13 de Noviembre de 1965, Conchita escribe que la Santísima Virgen dijo:

    —¿Sabes Conchita, por qué no vine el 18 de Junio a decirte el Mensaje último que debias comunicar a todo el mundo? Porque me da mucha pena decir estas cosas a mis hijos de la tierra. Sin embargo, es necesario decirlas para vuestro bien, para que cumpláis los mensajes y que todo sea para la gloria de Dios.

Conchita recibió un Mensaje el 18 de Junio de 1965 para todo el mundo. El texto es el siguiente:

    El Mensaje que la Santísima Virgen ha dado al mundo por la intercesión del Ángel San Miguel:

El Ángel ha dicho:

    Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi Mensaje del 18 de Octubre, os diré que este es el último.

    Antes la copa estaba llenando ahora está rebosando. Los Sacerdotes van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas más almas. 

Cuando Conchita fue interrogada sobre esta frase del mensaje, sin ningún titubeo aclaró y lo repitió cuantas veces se lo preguntaron: "El Ángel me ha dicho que muchos Cardenales, Obispos y Sacerdotes van por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas más almas" Cuando el Ángel me decía esto, —sigue diciendo Conchita— a mí me daba mucha vergüenza, y el Ángel me lo repitió per segunda vez: "Sí, Conchita, muchos Cardenales, Obispos y Sacerdotes. Años después dijo: es mejor decir como el Angel dijo.

    A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debemos evitar la ira de Dios sobre nosotros, con nuestros esfuerzos.

    Si le pedís perdón con vuestras almas sinceras El os perdonará. Yo, Vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación.

    Pedidnos sinceramente y Nosotros os lo daremos.

    Debéis sacrificaros más. Pensad en la Pasión de Jesús.

(Firmado): Conchita González 18-VI-1965.

 

APARICIÓN DEL 13 DE NOVIEMBRE DE 1965

    Reproducimos en primer lugar una carta de Conchita,
escrita al P. Alba, S. J.

¡AVE MARÍA!

Queridos Todos:

    Por estos dos chicos, que han llegado a nuestro grupo, me he enterado de que no habéis podido llegar aquí, ya que era vuestro deseo. Yo os mando mi más afectuoso saludo prometiéndoos mis pobres oraciones junto al Sagrario y la Virgen.

    Que vuestro deseo cada vez más sea para amar a Dios y a su Madre (que es también nuestra), y para vencer nuestros defectos.

    Yo os pido para mí y para mis amigas vuestras oraciones ya que mucho lo necesitamos, para que seamos muy humildes y le demos a Jesús lo que nos pida, y que lleguemos un día a ser unas monjas, nada más para servicio de Dios, y para ayudar a los humanos que lo necesiten, esto es nuestro deseo, pero somos muy débiles y necesitamos nos ayuden.

    La Virgen me ha dicho el 1 de Enero del año 1965, que los Cristianos Católicos, que no pensamos en el otro mundo, en el cielo ni en el infiero, que debemos de pensarlo, y así nuestra vida estará más unida a Cristo, y que debemos de pensar y meditar más en la Pasión de Jesús. Debemos de hacerlo, pero no sólo hacerlo, sino hacer que otros lo hagan. Ya veremos entonces cómo nos sentiremos más a las puertas de la felicidad de Dios; y nuestras Cruces, las aceptaremos con alegría y amor por Dios.

    Con mucho cariño para todos. Y en unión de oraciones. 

Firmado: Conchita González

P. D. (Esto lo digo yo) , de nada nos sirve el creer en las apariciones, si no cumplimos el mensaje, mejor dicho si no cumplimos con lo de la Santa Madre Iglesia. Como sabemos todos, la Virgen aquí ha dicho lo mismo que en Lourdes y Fátima, no ha dicho ninguna cosa nueva. Y el milagro viene para que cumplamos el mensaje, no importa creer en ellas (en las apariciones) es una gracia que Dios nos hace. Es una gracia que nos la da El (Dios Nuestro Señor). Debemos de pedir mucho, por los hermanos que todavía no conocen a Dios, creo es un deseo de la Virgen. Y también por los que reciben gracias de Dios y de la Virgen, y no se lo agradecen.

 

Firmado: Conchita González
 

Reproducción de una carta de Conchita al Rev. P. Gustavo Morelos (México), en que le anuncia haber tenido una locución (8-XI-65). Que tendrá una aparición en los Pinos (13, sábado); y que le dará a la Sma. Virgen a besar un objeto diciéndole, que será para el Padre Morelos.

 

¡AVE MARIA!

    S. S. de Garabandal, 8 de Noviembre de 1965. Rvdo. y querido Padre Morelos:
    Ya vé, sin recibir contestación suya le vuelvo a escribir y es para decirle que he tenido una locución de la Virgen y me ha dicho:

    "El sábado ven a los Pinos y allí me verás y me traes muchos objetos religiosos y yo todos los besaré, para que tú los repartas y Mi Hijo por mediación de ellos haga prodigios".

    Ya le daré a Ud. de los besados. Cuando le dé el que a Ud. le voy a dar, le voy a decir a Nuestra Madre que es para el P. Morelos.

    Ya terminé el diario pero después voy a empezar otro.

    Pida muchísimo por mí para que me vaya muy pronto al convento y sea buena.

En union de Oraciones
Firmado: Conchita González


    A continuación carta de Conchita al Rev. P. Morelos en que le relata cómo fue su aparición:

    "El sábado, día 13 de Noviembre, tenía anunciado por la Virgen, en una locución que recibí en la Iglesia, que la vería en los Pinos: especial aparición para besar objetos religiosos y repartirlos después, ya que tienen gran importancia.

    Yo estaba con grandes deseos de quellegase ese día, para volver a ver a quien ha sembrado en mí la felicidad de Dios: a la Virgen con el Niño Jesús en sus brazos.

    Estaba lloviendo, pero a mí no me importó. Subí a Los Pinos y llevaba conmigo muchos rosarios que hacía poco me los habían regalado para repartirlos, y yo, como me había dicho la Virgen en la locución, los llevé para que los besara.

    Subiendo sola a los Pinos iba diciéndome, como muy arrepentida de mis defectos, que yo no caería más en éllos, porque me daba apuro presentarme delante de la Madre de Dios sin quitarlos.

    Cuando llegué a Los Pinos empecé a sacar los rosarios que llevaba y estándolos sacando, oí una voz muy dulce, la de la Virgen, que se distingue entre todas, y me llamaba por mi nombre. Yo le he contestado: "¿qué . . .?" Y en ese momento la he visto, con el Niño Jesús en brazos. Venía vestida como siempre y muy sonriente.

    Yo le he dicho:
    —"Ya he venido a traerte los rosarios para que los beses".

    Y Ella me ha dicho:
    —"YA LO VEO".

    Yo traía masticando un chicle, pero cuando la estaba viendo dejé de masticarlo y lo he puesto en una muela. Y Ella se conoce que ha notado que lo traía y me ha dicho:
    —"CONCHITA, ¿PORQUE NO DEJAS TU CHICLE Y LO OFRECES COMO UN SACRIFICIO POR LA GLORIA DE MI HIJO?"

    Y yo con vergüenza, me lo he sacado y tirado en el suelo. Después me ha dicho:
    —"TE ACUERDAS DE LO QUE TE DIJE EL DIA DE TU SANTO DE QUE SUFRIRIAS MUCHO EN LA TIERRA?
.. PUES TE LO VUELVO A DECIR. TEN CONFIANZA EN NOSOTROS Y LO OFRECERAS CON GUSTO A NUESTROS CORAZONES, POR EL BIEN DE TUS HERMANOS, PORQUE ASI ESTARAS MAS UNIDA A NOSOTROS".

    Yo le he dicho:
    —"Qué indigna soy, oh Madre nuestra, de tantas Gracias recibidas por Vos y todavía venir hoy a mí para sobrellevar la pequeña cruz que ahora tengo".

    Ella me ha dicho:
    —CONCHITA, NO VENGO SOLO POR TI, SINO QUE VENGO POR TODOS MIS HIJOS, CON EL DESEO DE ACERCARLOS A NUESTROS CORAZONES".

    Y me ha pedido:
    —"DAME, PARA QUE PUEDA BESAR TODO LO QUE TRAES".

    Y se lo he dado todo.

    Llevaba conmigo una Cruz y la ha besado y después me ha dicho:
    —"PASALA POR LAS MANOS DEL NIÑO JESUS". Y yo lo he hecho y El no ha dicho nada. Yo le he dicho:
    —"Esta Cruz la llevaré conmigo al convento", pero no me ha dicho nada

 Este silencio persistente de la Santísima Virgen a la pregunta de Conchita sobre su vocación religiosa, así como las palabras muy claras de Nuestro Señor en la locución del 13 de Febrero de 1966, son una prueba de que Dios la tiene reservada para una vocación muy especial en el mundo.

 Después de besarlos me ha dicho:
    —"MI HIJO POR MEDIO DE ESTE BESO QUE YO HE DADO AQUI, HARA PRODIGIOS. REPARTELOS A LOS DEMAS"...
    —"Claro, yo así lo haré".

    Después de esto me ha pedido le diga las peticiones para los demás, que me habían encomendado. Y yo se las he hecho

Conchita y las otras niñas han dicho con frecuencia, que durante los éxtasis, la mirada de la Santísima Virgen se dirigía tambien hacia los asistentes, deteniéndose algunas veces más largo tiempo sobre alguno u otro. Y con satisfación de Madre decía: "Todos éstos son mis hijos".

Y me ha dicho:
    —DIME CONCHITA, DIME COSAS DE MIS HIJOS; A TODOS LOS TENGO BAJO MI MANTO. YO LE HE DICHO:
    —ES MUY PEQUEÑO, NO CABEMOS TODOS.

    ELLA SE HA SONREIDO.
    —"SABES, CONCHITA, PORQUE NO HE VENIDO YO EL 18 DE JUNIO A DARTE EL MENSAJE PARA EL MUNDO ...? PORQUE ME DABA PENA DECIROSLO YO, PERO OS LO TENGO QUE DECIR PARA BIEN VUESTRO Y GLORIA DE DIOS SI LO CUMPLIS. OS QUIERO MUCHO Y DESEO VUESTRA SALVACION PARA REUNIROS EN TORNO DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. ¿VERDAD, CONCHITA, QUE TU ME RESPONDERAS?"

    Y yo le he dicho:
    "Si estuviese siempre viéndote, sí, pero si no, no lo sé, porque soy muy mala . . ."
    —"TU PON DE TU PARTE TODO Y NOSOTROS TE AYUDAREMOS, COMO TAMBIEN A MIS HIJAS, LOLY, JACINTA Y MARICRUZ ..."

    Ha estado muy poco, también me dijo:
    —"SERA LA ULTIMA VEZ QUE ME VEAS AQUI, PERO ESTARE SIEMPRE CONTIGO Y CON TODOS MIS HIJOS".

    Después añadió:
    —"CONCHITA, ¿POR QUE NO VAS A MENUDO A VISITAR A MI HIJO AL SANTISIMO? ¿POR QUE TE DEJAS LLEVAR POR LA PEREZA, NO YENDO A VISITARLE CUANDO OS ESTA ESPERANDO DE DIA Y DE NOCHE?"

    Como ya he escrito estaba lloviendo mucho y la Virgen y el Niño Jesús no se mojaban nada. Yo, cuando los estaba viendo no me daba cuenta de que llovía, pero cuando dejé de verlos estaba mojada.

    Yo le he dicho:
    —"¡Ay qué feliz soy cuando os veo! ¿Por qué no me llevas contigo ahora?" Y me ha contestado:
    —"ACUERDATE DE LO QUE TE DIJE EL DIA DE TU SANTO ... AL PRESENTARTE DELANTE DE DIOS TIENES QUE MOSTRARLE TUS MANOS LLENAS DE OBRAS HECHAS POR TI EN FAVOR DE TUS HERMANOS Y PARA GLORIA DE DIOS Y AHORA LAS TIENES VACIAS".

    Y nada más. Se ha pasado ese feliz rato que he pasado con mi Mamá del Cielo y mi mejor Amiga, y con el Niño Jesús. Los he dejado de ver pero no de sentirlos.

    De nuevo han sembrado en mi ánimo una paz y una alegría y unos grandes deseos de vencer mis defectos para conseguir amar, con todas mis fuerzas, a los Corazones de Jesús y de María, que tanto nos quieren.

    Anteriormente la Virgen me ha dicho que Jesús no mandaba el castigo para fastidiarnos sino para reprendernos de que no le hacemos caso y por ayudarnos. Y el aviso nos lo manda para purificarnos, para hacernos ver el milagro con el cual nos muestra claramente el amor que nos tiene y por eso el deseo de que cumplamos el mensaje.

    El "aviso" se verá y pasará en todas partes y lo sentirá cada persona, es como un castigo. Se verá lo que hemos causado nosotros con nuestros pecados. Yo pienso que nos vendrá muy bien, pues será para nuestra santificación.

Para el P. Morelos.

    He recibido su carta, y hoy le contesto. No le he mandado esto

Se refiere al relato de la Aparición.

antes, porque no he podido. Espero pida por mí, pues mucho lo necesito.

    Muchos saludos de mi mamá y Serafín.

EN UNION DE ORACIONES
(Firmado): Conchita González

 

    El Padre Gustavo Morelos en Septiembre de 1965, se había trasladado a España con el objeto de hacer unos Ejercicios Espirituales y posteriormente dedicar un tiempo a estudiar las "Apariciones" de la Santísima Virgen en San Sebastián de Garabandal (Santander), España. Pues la noticia acababa de llegar a México.

    Regresó el día 7 de Noviembre a su país y con gran sorpresa se encontró con una carta de Conchita fechada el día 8 del mismo mes, en la que le anunciaba tendría una visita de la Virgen en los Pinos, documento reproducido anteriormente.

    Lo que más le interesó al Padre de dicha carta, fué la promesa que Conchita le hacía, de que cuando viera a la Sma. Virgen, le daría un objeto a besar diciéndole: "que ese objeto sería para el P. Morelos".

    Ansiosamente esperó el Padre el relato del encuentro de Conchita con Nuestra Dulce Madre.

    Finalmente en un día muy significativo: 25 de Diciembre, el Padre tuvo en sus manos la siguiente carta que reproducimos textualmente:

     El 4 de Julio de 1966, Conchita escribe otra carta para darle dos noticias: primera: que regresaba nuevamente al pueblo. Segunda: que el Crucifijo que le había prometido (pues había sido el primero en pedírselo), distraídamente se lo había dado al P. Andréu.

Locución de Conchita con Nuestro Señor

El 7 de Febrero. Conchita entró como aspirante en las Carmelitas Misioneras de Pamplona, con el deseo de seguir la vocación religiosa. Seis días después Nuestro Señor le hace ver el camino especial que le tiene destinado.

 

    El Domingo 13 del mes de Febrero en el momento de dar gracias a Dios, después de Comulgar, he recibido a la vez una grande alegría y a la vez una tristeza mayor y una desilusión. He oído la voz de Cristo que me decía así: "Conchita, tu has venido aquí al colegio para prepararte para ser mi esposa y dices que a seguirme. ¿No me dices, Conchita, que quieres cumplir con mi voluntad? Pues tú ahora quieres cumplir la tuya y ¿quieres seguir así toda tu vida? Te he elegido a tí en el mundo para que te estés en él, enfrentándote con las muchas contrariedades que por Mí hallarás. Todo esto lo quiero Yo para tu santificación, y lo ofrezcas por la salvación del mundo. Debes hablar al mundo de María. Acuérdate de que en Junio me has preguntado si serás monja. Te he dicho: en cualquier parte hallarás la Cruz, el sufrimiento, te lo vuelvo a decir ahora. Conchita, ¿has sentido Mi llamada para ser mi esposa? No, porque no te he llamado".

    Yo le he preguntado: ¿Y cómo se siente tu llamada para ser monja? Y me ha dicho: No te preocupes de esto, tu no la sentirás". Le he dicho: ¿entonces no me quieres Jesús? Me ha dicho: "Conchita, ¿tú me preguntas eso? ¿Quién te ha redimido? Cumple mi voluntad y encontrarás mi amor. Examínate bien. Piensa más en los demás, no te importen las tentaciones; si eres fiel a mi amor, vencerás las muchas tentaciones. Sé inteligente en lo que te he dicho, inteligente espiritualmente, no te tapes tu misma los ojos del alma, no te dejes engañar por nadie. Ama la humildad, la sencillez, nunca pienses que lo que has hecho, es mucho, piensa en lo que tienes que hacer y en lo que debes de hacer, no para ganar el Cielo, sino para el mundo, que cumpla mi divina voluntad; que toda alma se prepare. Quien tenga su alma dispuesta para oírme, sabrá qué es mi voluntad".

     "Quiero decirte, Conchita, que antes del Milagro sufrirás mucho, pues habrá pocos quienes te crean; tu misma familia creerá que les has engañado. Todo esto lo quiero Yo (ya te lo he dicho), para tu Santificación, y para que el mundo cumpla el Mensaje. Quiero prevenirte que el resto de tu vida será un continuo sufrimiento; no te acobardes, en el sufrimiento, estoy Yo y María, a quien tu tanto quieres".

    Yo le he preguntado si en Roma también me dejarían de creer, y me ha dicho: "NO TE PREOCUPES SI TE CREERAN O NO TE CREERAN. YO LO HARE TODO; PERO TAMBIEN TE DARE EL SUFRIMIENTO; QUIEN SUFRE POR MI, YO ESTARE CON EL.

 Llamada por el Santo Oficio, Conchita fué a Roma en Enero de 1966; fué acompañada por su madre y por el Padre Luis Luna.

       Conchita afirmó haber sido recibida por el Cardenal Ottaviani con gran afabilidad y bondad, sometiéndola a un interrogatorio que se prolongó por más de dos horas, habiendo sido registrada dicha entrevista por un Secretario del Cardenal.

    Dos hechos principales fueron del dominio público: que Conchita salió muy contenta y que pidió ver al Papa y este la recibió en privado y le dijo: "Conchita, yo te bendigo y conmigo te bendice toda la Iglesia", estas palabras están confirmadas por testigos.  

 


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