Las Apariciones de la Virgen María en San Sebastián de Garabandal
Capítulo 15
Testimonio de la Sra. Augusta Bousquet y de D. Santiago Lanús.
Relato de su primera subida a Garabandal y testimonio sobre el Hermano David, fundador del Movimiento Mariano para la difusión de las Apariciones de la Virgen de Garabandal en Argentina.
Augusta Bousquet, a la izquierda, junto a Santiago Lanús y la Hermana Maria Luz Briz, en el lugar de la primera Aparición de la Santísima Virgen en Garabandal.
Augusta Bousquet, su primera subida a Garabandal.
Viviendo en Buenos Aires, en 1967 leí por casualidad en el diario La Nación todo un reportaje hecho por Julio Pose que ya habia estado aquí pasando mas de un mes en Garabandal.
Este artículo me llamó tanto la atención que lo recorté, lo guardé con la idea de que en nuestro próximo viaje a Francia llegaríamos a España para conocer a Garabandal. El año 1968, un año despues, nos tocaron nuestras vacaciones. Entre tanto habia conocido a Julio Pose que me habia enseñado las diapositivas de las niñas en éxtasis y tenía mas ganas aún de conocer a Garabandal.
Luego oí hablar en por y en contra, de manera que en realidad tenia siempre la intención de llegar hasta el pueblo pero mas bien en busca de la verdad porque no sabia ya a qué atenerme por haber oido en por y en contra.
Entonces estamos en Francia. Mi esposo tiene la oportunidad de tener un coche. Dejamos los hijos en Francia, llevamos con nosotros el mas pequeño, François, y camino a Garabandal. Nunca hubiera imaginado que las cosas sean como las vimos llegando.
Primero en Santander, una tormenta extraordinaria cuando llegabamos. En el mapa de España que teniamos, Garabandal no figuraba, entonces ¿cómo vamos a hacer para subir a Garabandal sin conocer el camino ni nada?.
Me recordé que el Padre Laffineur en el libro «L´Etoile dans la Montagne» habia hablado del Doctor Ortiz, pediatra de Santander. Mi esposo le preguntó por teléfono el camino para llegar a este pueblito. Entonces nos indicó el camino y pudimos tener la esperanza de seguir viaje el dia siguiente.
Emprendimos el viaje y todo fue bien hasta llegar a Cosío. En una primera oportunidad nos indicaron mal el camino y tuvimos que volver atrás. Un vecino nos animó diciendo, comprendo que quieren subir a Garabandal y nos indicó el camino correcto. Después de pasar el puente, en 1968 el repecho que habia era bastante fuerte y lleno de piedras, todavia no existia la carretera actual, se para el coche y mi esposo me dice ¿tú te crees que voy a arriesgar el coche por darte el gusto y subir a un pueblo sin saber como es esto? unas cuantas cosas como para desanimarme del todo. Mi hijo hace lo mismo y dije: en lugar de decir así apúrate de poner una piedra a la rueda de atrás para que el coche se quede firme.
¡ Tenía unas ganas de subir a Garabandal !, algo tremendo, entonces rezé mentalmente ¿puede ser cierto, Madre Santísima, que esté aquí a seis kilómetros de este lugar bendito sin poder llegar arriba?. Tu sabes que por la enfermedad que tuve en mis piernas a pié no puedo ir, es imposible. Vengo aquí, no por curiosidad, sino para buscar la verdad, asi que me tienes que dar una muestra de que es verdad. Si es verdad, te pido de poder subir con el coche a Garabandal y además, estando allá conocer a las videntes.Apenas terminaba esa oración mental, oigo atrás mio a alguien que me chistaba, me doy vuelta y veo un paisano con su gorra vasca que me dice:
¿Quiere subir a Garabandal, Señora?.
Si, pero resulta que se paró el coche y mi esposo no se anima.
Me dice, no tengan miedo, suban, la Señora Mercedes sube con un coche mas grande que el suyo, le aseguro que nunca pasa nada en este camino, ¡suban! ¡suban! con tranquilidad. La sola precaución que tendrán que tomar es mas arriba, hay dos curvas peligrosas, a lo mejor tendrán que hacer marcha atrás, pero no importa pasadas esas dos curvas llegarán sin tropiezos a Garabandal.
Alentado por estas palabras mi esposo me dice un poco serio,
¡bueno! ya que insistes tanto te voy a llevar en Garabandal.Imagínense la alegría que tuve cuando de repente miro adelante y veo los Pinos. Ahora sí que llegaremos a Garabandal y sabremos lo que pasa ahí.
Tan pronto llegamos al pueblo anduvimos un rato perdidos y al llegar frente de la casa de Mari Loli nos encontramos a un sacerdote que se adelanta hacia nosotros con aspecto simpático, amable y de cierta edad. Lo saludamos y él con toda tranquilidad nos contesta en francés.
Le decimos, Padre, ¡qué bien hablamos el castellano para que nos conteste en francés, y nos dice:
¡Si tuve una niñera francesa!. Cómo no voy a adivinar que ustedes son franceses.
Me dí cuenta que era un Obispo. En efecto, era Monseñor Francisco Santa Cruz y Bahía, Capellán de la Orden de la Cruz de Malta de Madrid. Conocía perfectamente el francés, también conocía el ingles, y habia avisado al Obispado de Santander de que pasaría allí el verano para ayudar a los peregrinos. El y su prima Teresa se ocuparon de nosotros con mucha gentileza.
Estábamos en Garabandal, la Virgen habia cumplido y en qué forma. Me faltaba conocer a las videntes, me averguenzo ahora de tanta exigencia en mis peticiones a la Virgen. Estaba lloviznando y Msr. Santa Cruz mira y vemos a Jacinta que iba con su cabra. Almorzamos y luego vimos a Mari Cruz con la que conversamos un ratito. Luego Msr. Santa Cruz nos llevó a casa de Mercedes Salisachs que con mucha gentileza nos contó la alegria que tuvo cuando las videntes después de un éxtasis le dijeron que su hijo, muerto en accidente de auto, estaba dichoso en el Cielo.
Nunca voy a olvidar la emoción que tenía esta Señora cuando nos contaba esto. Mercedes nos dijo que dejaria su casa para los enfermos que subiesen el dia del Milagro y ella se iria a vivir a un pequeño apartamento que le bendijo ese dia Msr. Santa Cruz.
Luego fuimos a casa de Conchita que nos recibió con mucha gentileza. Como estabamos en casa de Ceferino, al dia siguiente, Mari Loli nos sirvió el desayuno. Ya habia vuelto de Cosio de una boda a la que Mari Loli habia asistido el dia antes. Compré una postal y le pedi a Conchita una firma para tener un recuerdo.
Ella me dijo, después del Rosario le voy a dar una estampa con unas lineas y sobre la postal pusieron su firma Jacinta y Mari Cruz. Mari Loli también me puso unas lineas muy lindas.
Hasta aquí el relato de la primera subida a Garabandal, agradeciendo a Nuestra Señora el haber podido conocer el Pueblo y también conocer a las Videntes.
Testimonio de la Sra. Augusta Bousquet sobre la Curación Milagrosa y Apostolado del
Hermano David.
En esta cocina de Maximina, tia y madrina de Conchita, fué donde Augusta Bousquet, a la derecha de la foto, nos relató esta historia.
Curación y Apostolado del Hermano David, según el relato de la Señora Augusta Bousquet.
El Hermano David empezó su Apostolado en Buenos Aires después que Julio Pose. Su Apostolado empezó despues de la curación milagrosa de una leucemia que tenía. La Sra. Augusta es testigo, ya que vió el certificado médico.
El Hermano David es un hermano de la Congregación de los Corazonistas, enseñando en el Colegio Benito Nazar de Buenos Aires. El Hermano David sufría hace muchos años de leucemia sin saberlo el.
Habia llegado aun estado tal que el Hermano Superior estaba muy preocupado por su salud. Los médicos no le daban mas que dos o tres meses de vida. Era trasparente, delgado, francamente en un estado pésimo.
El Hermano Superior mandó rezar en la Capilla por uno de sus hermanos gravemente enfermo. El hermano David rezaba sin saber que se oraba por su propia salud.
Uno de los hermanos de la Comunidad pensó que un religioso debía saberlo para que se prepare para su tránsito y sin mas se lo contó al hermano David, y le dijo:
rezamos para tí. El hermano David, muy impactado, pasó unos dias postrado y después reaccionó. Como ya conocia Garabandal por Julio Pose, prometió a la Virgen que si le curaba daria todo su tiempo, después de sus obligaciones de enseñar en el Colegio, en dar a conocer los Mensajes y las Apariciones de Garabandal. De repente el médico empezó a preguntarse lo que pasaba, los análisis de sangre mejoraban en una forma espectacular. El Hermano David ya no tuvo que tomar mas medicamentos ya que estaba curado.Dijo,
estoy seguro que la Virgen me curó, ahora me toca cumplir lo prometido y voy a difundir Garabandal tanto como pueda y asi lo hizo.Sus fuerzas mejoraron tanto que poco depués pudo hacer a pie una peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Lujan, unos sesenta kilómetros a pié desde Buenos Aires.
A los dos años tuvieron su Capítulo general los Corazonistas. El Hermano Superior, viendo el entusiasmo del Hermano David por difundir los Mensajes de Garabandal, lo eligió para ir con él a Roma para el Capítulo general de la Orden y con el fin de realizar allá nuevos análisis y saber si estaba completamente curado.
Para su tranquilidad quería que en la Clínica San Juan de Dios en Roma le hiciesen análisis de sangre para saber en que estado se encontraba el hermano. En Buenos Aires el diagnóstico ya era seguro, de varios medicos, y estaba curado. En Roma los análisis dieron que estaba completamente normal. Incluso se hizo un segundo análisis al saber que habia sido leucémico y este análisis confirmó lo mismo, el Hermano David estaba completamente sano.
El Hermano David estaba muy afligido por la mucha oposición que habia entonces para la difusión de los Mensajes de Garabandal y pensó pedir audiencia al Cardenal Ottaviani, Prefecto de la Congregacion para la Doctrina de la Fe, para consultarle acerca de la promesa que había hecho a la Virgen de difundir los Mensajes y las Apariciones de Garabandal.
Pidió por tres veces audiencia y se la negaron e insistió una cuarta vez. Le decian NO tendrá su audiencia, pero en ese momento pasaba por allí Monseñor Ottaviani, que dijo ¿qué pasa aqui? ¿pero qué es ésto?, el Hermano David le dijo el motivo de su petición de audiencia y daba gracias interiormente a la Virgen de Garabandal ya que el Cardenal Ottaviani lo recibió inmediatamente. Le presentó los análisis que le daban a lo sumo tres meses de vida y los de su maravillosa curación. Sometió este caso de conciencia a Monseñor Ottaviani, por un lado su promesa a la Virgen de difundir los Mensajes de Garabandal y por otro lado las prohibiciones del Obispado de Santander.
Monseñor Ottaviani dijo, «lo acompaño de todo corazón, difunda Garabandal, hágalo con caridad, pero difunda Garabandal tanto como tenga vida según lo prometió a la Virgen». Monseñor Ottaviani creia en Garabandal, se lo dijo claramente.Cuando volvió a Buenos Aires estaba todo satisfecho, pero el hermano Superior decidió que las reuniones que hacia los dias 18 de cada mes en el Colegio Benito Nazar las tuviesen fuera del Colegio.
Entonces fundó la Difusora Mariana para difundir los Mensajes de Garabandal en Argentina. El Mensaje llegó tambien a los paises vecinos de Chile y Paraguay.
Durante seis años gozó de perfecta salud
y cumplió su promesa a la Virgen de dar a conocer sus Apariciones y Mensajes de Garabandal.LLegó finalmente la hora en que la Virgen se lo iba a llevar al Cielo. Enfermó segun se dijo por la edad y el mucho trabajo y sacrificio. Lo tuvieron que internar en un Sanatorio. Sufrió las penalidades de la enfermedad como último sacrificio durante unos quince dias.
Le cuidaron por el dia fieles del Movimiento Mariano y por la noche la Hermana Alicia de las Siervas de Maria. En su último dia le dijo claramente a la Hermana Alicia «Ahora si que me tiene que preparar para el Cielo, no le digo para la eternidad, le digo para el Cielo, porque yo sé que voy al Cielo».
La hermana Alicia le dijo sus peticiones para que cuando estuviese en el Cielo se las dijese a la Virgen como asi se lo prometió el Hermano David.
Le dijo «estoy seguro que lo primero que voy a ver en el Cielo será la Virgen y le diré todas sus peticiones».
Llovía todo el dia y toda la noche de esas tormentas tropicales fuertísimas. Al amanecer y a los pocos minutos de haber fallecido el hermano David, «una luz extraordinaria iluminó la habitacion, como un rayo de luz sobre el rostro del Hermano David. La Virgen se lo llevó al Cielo. Esta luz hacía contraste con la oscuridad exterior de la tormenta».
Esa luz impactó muchísimo a la hermana Alicia. La hermana Alicia dijo: «verdaderamente era un santo y ya está en el Cielo, no lo lloren, está dichoso».
Hasta aquí el relato sobre el Hermano David y su Apostolado.
La difusión de los Mensajes y las Apariciones de la Santísima Virgen María en Garabandal se extiende por todo el mundo y es mucha la gente que viene a Garabandal a conocer este sitio bendecido con las Visitas de Nuestra Señora. En el lugar conocido como «Los Pinos» quedará una Señal permanente, después del Gran Milagro que viene.
Augusta Bousquet y Santiago Lanús en Los Pinos
Es frecuente el testimonio de los que suben con Fé a Garabandal de que allá se siente un algo especial, es la presencia de la Madre. Esto es lo que nos dice D. Santiago Lanús de sus visitas a Garabandal.
Testimonio de D. Santiago Lanús.
Santiago Lanús en los Pinos de Garabandal
D. Santiago Lanús ha estado en Garabandal en varias ocasiones. Su Testimonio y Apostolado para dar a conocer las Apariciones y el Mensaje de la Virgen en Garabandal se puede leer en este sitio:
http://www.virgendegarabandal.com
Testimonio de D. Santiago Lanús.
Un paso por Garabandal...
Estuve tres veces en San Sebastián de Garabandal. Es casi imposible describir con palabras lo que sentí en ese lugar.
Estando allí, conociendo y hablando con la gente del pueblo, escuchando sus testimonios, a uno no le queda la menor duda que TODO LO QUE PASO ALLI FUE VERDAD. Uno se va de Garabandal con la seguridad interior de que la Virgen Maria se apareció a cuatro niñas del pueblo. Además se palpa y se siente una PAZ indescriptible, propio de los lugares "sagrados".
El pueblo también tiene un encanto geográfico y natural "espectacular". Es sin duda una gracia de Dios el haber conocido Garabandal.
Santiago Lanús (Buenos Aires, Argentina)
Testimonio Personal:
Supe de las Apariciones de La Virgen Maria en Garabandal en el año 1979 a través de la abuela de un amigo y compañero de colegio. Estaba haciendo compras en un supermercado cercano a mi casa y entre las góndolas me encontré con Augusta con quien después de saludarnos enseguida me empezó a hablar de Garabandal y todo lo que había pasado en ese pueblito del norte de España.
Como iba muy seguido a casa de Thierry, mi amigo, entonces aprovechaba toda ocasión que podía para hablar largo y tendido con la abuela Augusta. Ella había subido ya varias veces al pueblo y estaba muy informada de Garabandal.
Siempre algo nuevo que me conmovía. A partir de entonces siempre me quedo ese profundo deseo de poder visitar algún dia Garabandal .
Ese deseo por fin lo pude realizar en Octubre de 1986 gracias a que pude juntar dinero para un viaje a Europa que organizamos con 2 amigos más.
Con Augusta Bousquet y la Hna. María Luz - Octubre 1986 -
Como quería ir si o si a Garabandal, entonces yo salí 15 días antes para luego ir a buscarlos a Madrid donde emprenderíamos el viaje para recorrer Europa.
Llegué a Paris, alquile un auto y me fui a Toulouse donde me esperaba la abuela Augusta que ya hacia un tiempo estaba viviendo de vuelta en Francia. Dormí una noche en su casa y muy temprano a la mañana emprendimos el viaje al norte de España que incluiría también una visita a Lourdes (Francia). El viaje fue un poco largo pero como íbamos con tanto deseo de llegar al pueblo no nos importaba cualquier cansancio que pudiéramos tener.
Llegamos a Garabandal como a las 11 de la noche. Como era la primera vez que subía, por el horario de noche y por el cansancio que tenia de largas horas manejando, no repare en nada más que tirarme a una cama y dormir.
Con Augusta fuimos directo a la casa de Maximina González (la tía de la vidente Conchita ) y ella nos recibió y nos hospedo en su casa. Me acuerdo que la habitación en donde me acomodo era muy sencilla y calida y me dijo antes de desearme las buenas noches que allí en esa habitación las videntes habían entrado varias veces en éxtasis.
Me dormí con una Paz especial.
A la mañana siguiente me desperté y salí a ver un poco la geografía del lugar y allí me encontré que el pueblo era lindisimo rodeado de montañas. Sencillamente el pueblo estaba rodeado de una geografía espectacular. Me quedé encantado con esa primera visión de todo lo que me rodeaba. Después de tomar un desayuno salí a caminar. Me encamine para el lado de la Calleja en dirección a los Pinos. Una vez allí hice mi primera Oración y seguí subiendo más hasta que me di vuelta y observe que a medida que iba subiendo cada vez el paisaje y la visión del pueblo era mas linda. Me acuerdo que me quede contemplando Los Pinos desde arriba muy maravillado por todo.
En esa caminata me encontré con un pastor que bajaba con sus ovejas y me detuve a charlar con él. Me pregunto de donde era y le dije que venía desde Argentina. El no sabía bien en donde quedaba ese lugar y le explique que muy lejos allá por el sur ...y me contesto: “hay que tener mucha Fé para venir desde tan lejos”. Eso me dio pié para preguntarle por todo lo que había pasado en el pueblo y allí me contó muy resumidamente la historia de las Apariciones y el revuelo que causo todo aquello al Pueblo. Me dijo que había gente del pueblo que tenia mucha Fe y otra que ya no creían. Esto ultimo más bien a causa de que “se había prometido un Milagro” y eso nunca vino.
Claro, como yo recién había llegado al pueblo y me estaba empapando de todo, para mí lo del Milagro lo esperaba mucho más lejos en el tiempo. Me imagino que aquel pastor y todo el pueblo que vivieron cotidianamente las Apariciones, en ese entonces que era el año 1986 ya habían pasado mas de 20 años desde la ultima Aparición.
Hoy los puedo entender mas ya que esos 20 años pasados desde que fui a Garabandal y habiendo crecido en información y en la intimidad de mi corazón, hoy el Milagro lo deseo día a día y, por decirlo de alguna forma, no veo la hora que llegue.
Lo que me acuerdo bien es que esa charla con el pastor me dejo la sensación de que era todo cierto, de que todo lo que me había contado Augusta y había leído era cierto y fue para mi como una confirmación de que Las Apariciones en ese pueblo fueron autenticas. Eso me lo transmitió sencillamente el pastor.
Me quede unos cuantos días en el pueblo, no me acuerdo la cantidad pero cerca de una semana. En todo ese tiempo pude conocer a varios de los pobladores de Garabandal y con muchos pude llegar a conocer como lo vivieron y como viven todo lo de Las Apariciones. Los testimonios eran extraordinarios. Los contaban de manera sencilla, sincera y en general muy piadosos al hablar de la presencia de La Virgen entre ellos durante tanto tiempo. No tuve el gusto de conocer a las 4 videntes ya que para esas fechas ya no Vivian en el pueblo, pero tuve la Gracia de conocer a Jaime Bertrand y su señora Deli quienes en seguida me abrieron su casa y me invitaban todos los días y con quienes compartí un montón de momentos maravillosos. La casa de Jaime era como un centro de reunión de varios de los que Vivian en el pueblo. Allí conocí a Pepe Diez que fue quien estuvo al lado de Conchita en el Milagro de la Hostia. El me contó todo con lujo de detalles.
Jaime, que era ciego, tenía un espíritu de Fe que contagiaba. Me acuerdo que yo me decía que “así vale la pena ser ciego”. Era una persona con mucha vida interior, que rezaba por muchísima gente, un amante del Rosario. Compartí con él muchas vivencias interiores. Nos hicimos muy amigos. Me acuerdo que cuando me despedí del pueblo (pensando quien sabe cuando volveré) llorábamos los dos y eso que hacia unos pocos días nos habíamos conocido. El y Deli me insistieron que tenía que volver y que la próxima directamente me hospedaba en su casa. Yo vivía eso con una cierta tristeza ya que la verdad pensaba que pasarían muchos años antes de volver a Garabandal ya que económicamente me iba a ser muy difícil juntar la plata para poder volver.
No me quiero olvidar de Rafael Jardon a quien también conocí personalmente en esa estadía (ya hacia años que nos escribíamos) y con quien también compartí un montón de vivencias. Me acuerdo una vez sentados muy relajados cerca de Los Pinos junto a Rafael, Augusta, Hna Solina y la Hna María Luz que Rafael nos decía “y??? Cuando será El Milagro?? Cuando llegara ese día???”
Esos días viví el pueblo como si fuese también mío, como si yo fuese un habitante más. Estaba como que allí había nacido y allí quería morirme. Me olvide de todo, lo sentí muy mío. Cuando me fui estaba muy triste porque no sabía cuando volvería. Tuve que ir a buscar a mis 2 amigos a Madrid ya que juntos íbamos a viajar por Europa mas de un mes. Me acuerdo que en todo ese viaje de Garabandal a Madrid me sentí como un “Marciano”, que venía de otro planeta y que ningún lugar me conformaba salvo volver a mi planeta Garabandal.
Cuando llegaron mis amigos nos fuimos a comer y muy pronto les conté mi experiencia en Garabandal. Ellos estaban alucinados con Madrid y yo les quería meter en la cabeza que se iban a alucinar más todavía con Garabandal. O sea que yo los quería convencer de ir al pueblo y compartir con ellos todo allá. Al principio pensé que lo lograría pero pronto se diluyo todo y tuve que aceptar el compromiso asumido de viajar juntos recorriendo las bellísimas ciudades de Europa. Y allí emprendimos el viaje. Pero mi cabeza estaba en Garabandal!!!
Disfrute igualmente mucho ese viaje, recorrimos casi 9.000 Km. por Europa. Y cada tanto pensaba que podía hacer para volver a Garabandal. No cerraba el tema del dinero (viajábamos con lo justo, una cantidad de dólares para gastar diariamente que no superaba los 25 y además el tiempo era limitado ya que tenía que volver en una fecha fija para asistir al casamiento de la hermana de mi novia y era un compromiso ineludible.
Con la sola esperanza de que algo pase y haya una mínima oportunidad, yo ahorraba lo que podía no entrando por ejemplo a ciertos museos, paseos e incluso ahorrándome algunas comidas. Iba haciendo como una “caja” aparte por si....
Me acuerdo que íbamos a subir a la Torre Eiffel y cuando estábamos por sacar los ticket yo dudaba y dudaba y finalmente no subí. Me quedaba muy conforme con perder la oportunidad de ver París desde arriba si eso significaba sumar para volver a Garabandal.
Al final el ahorro estaba. Pero faltaba lo del tiempo. Y eso era algo que ya no dependía de mí. Y a los poquitos días de tener que volver a Buenos Aires paso algo que pospuso el casamiento por unos meses (había fallecido la abuela de mi novia).
Y volví!!!
Que alegría que tenía. Pensar que si no hubiese hecho el ahorro aunque tenía el tiempo para volver a Garabandal, no hubiese podido subir. Fue Providencial.
Enseguida mande el aviso a Jaime (en ese entonces había un solo teléfono para todo el pueblo que administraba una familia y se pasaban los recados).
Y Jaime y Deli me recibieron generosamente en su casa.
Esa estadía fue tan Maravillosa como la anterior.
Cuando finalmente volví a Buenos Aires, después de saludar a mi familia y a mi novia, me encerré en mi cuarto por casi 24 horas. No pensaba otra cosa que no sea Garabandal.
Me acuerdo que cada tanto venia mi madre o mi padre a despertarme o a visitarme y yo me hacia el dormido y escuchaba que decían: “pobre!!! Esta descansando después de tanto recorrer ciudades”.
Y la verdad es que sentía la necesidad de quedarme en la intimidad de lo que el Espíritu de Garabandal me había envuelto. Repetía: ese es mi pueblito!!!.
Hoy, pasados tantos años, reconozco que todo eso que viví es algo que marcó muy profundamente en mi Corazón, como una semilla y que poco a poco y a pesar de las “idas y venidas” de mi vida y en la medida que voy teniendo fuerzas que La Madre me da, trato de difundir Garabandal.
Santiago Lanús (Noviembre 2007)
Buenos Aires, Argentina.
A. M. D. G.
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